¿Y si apostamos por un modelo de integración que involucre a nuestra sociedad de forma directa?
¿Por qué no incluimos la solidaridad de nuestra sociedad entre los recursos que se les ofrece a las personas refugiadas?
Nosotros también nos hicimos esa pregunta y tratamos de hacerla realidad.
Desde Refugiados Bienvenidos trabajamos para poner en contacto a solicitantes de protección internacional con ciudadanía local que tenga ganas de compartir vivienda en condiciones de horizontalidad y respeto mutuo.
Entendemos que compartir vivienda implica un espacio excepcional de enriquecimiento y que, además, conlleva ventajas para ambas partes: las personas desplazadas/ refugiadas pueden residir en viviendas adecuadas, mejorar el idioma, conocer de cerca la cultura, crear redes sociales sólidas y adaptarse al nuevo entorno más fácilmente; para quienes abren sus casas, implica una nueva experiencia, intercambio cultural, posibilidad de aprender idiomas y, por supuesto, la posibilidad de echar un cable de una forma cercana.
Equipo