Carecer de contrato tiene importantes consecuencias como que se les blinde el acceso al arraigo familiar, además de derechos como el paro, la baja por enfermedad y la baja por maternidad entre muchos otros.
Injusticias como estas derivan de una Ley de Extranjería claramente machista. Por otro lado, este aislamiento impuesto por su condición facilita formas de abuso y violencia de género que en la mayoría de ocasiones no llegan a ser denunciadas y de las cuales es difícil escapar porque suelen provenir de la relación laboral a la que se hayan sujetas.
Desde Refugees Welcome y otras muchas organizaciones reivindicamos el asociacionismo como herramienta ideal para la construcción de redes y empoderamiento para todas las mujeres. En el marco de las relaciones horizontales donde se encuentran personas que bien ya han pasado por la misma situación o bien la están viviendo, la mujer desplazada tiene la oportunidad de construirse ella misma una red que no la victimiza, sino que la empodera huyendo del asistencialismo y sin la necesidad de depender de ayudas precarias.